martes, 29 de enero de 2013

Justificación

ííaar
Al realizarse éste proyecto no sin razón nos cuestionamos las siguientes preguntas, a fin de encontrar sentido a nuestro esfuerzo en plasmar lo que a priori fueran unas ideas y unos planos, para transformarlos en la Villa Romana del Río Guadaiza”; y con un  propósito informativo: nuestra villa es FICTICIA.

En un primer término nos plateamos: ¿Qué hemos construido? Y, ¿Por qué? La respuesta no es tan sencilla como en un primer término pudiese parecer. Por un lado cabe la decir  que hemos construido una villa romana, la de rio “Guadaiza”, ubicada en la calle Juan Illesca Pavón, en el término municipal de San Pedro Alcántara en pos de credz un “doble” a la verdadera, la del rio Verde, apodada en tiempos del Imperio Romano, “Villa del Río Salduba”.

Nuestra villa fue bautizada así, porque la construimos para anexionarla al Belén de nuestro centro educativo, el IES Guadaiza, dado el gran interés que sentía en la elaboración de nuestro trabajo.

Además, en su construcción pretendíamos conocer las costumbres y la vida cotidiana en la Antigua Roma (empezamos por aquí dado que es un tema cercano y una atractiva introducción a un mundo más complejo). También queríamos conocer la historia de la villa de Río Verde, y sobre todo a fin de cuentas como se trata de la materia de Tecnología, las técnicas de construcción romanas, (su impresionante ingeniería, que siempre maravilló a ilustradores e investigadores) que pretendíamos reproducir en nuestra villa de la manera más fiel posible.

Además con este trabajo hemos fusionado el temario del curso (los materiales, madera y metales, las técnicas de construcción, etcétera) mediante un difícil enlace, el de un PROYECTO.

En él se pone en práctica la capacidad de coordinación de profesores y alumnos y el esmero de dedicación que cada uno de nosotros ha puesto para lograr un objetivo común: NUESTRA VILLA.

Valiendo al inicio del escrito ha de saberse que la villa del Río Verde fue descubierta por D. Carlos Posan Mon y D. Fernando en 1960. El periodo de actividad de la villa fue desde el villaje (que fue la época de máximo esplendor del Imperio Romano, tanto económicos como culturalmente, conocido como la PAX ROMANA y que abarca hasta el siglo II).

Dedicados en la villa de garum (salsa de pescado que se comercializaba por todo el Imperio) y al Murex (elaboración del color púrpura para teñir prendas textiles a partir de la cocha de un molusco) la villa sufrió un incendio a mediados del S.II y se reconstruyó. Ya a finales del S.IV (350 d.C) fue víctima de un terremoto que se dejó sentir en toda la comanda y debido a ello y a la incursión del pueblo visigodo (declive del imperio, no fue reconstruida). Hoy día se conservan muy pocos restos de la villa debido a que se hallan entre las casas de una urbanización de lujo. Cabe la posibilidad de que dichos edificios fueron construidos sobre parte de las ruinas. Se conservan pocos documentos escritos del día a día en la villa, aunque en las paredes de la edificación romana se dejó constancia con pinturas que describían la vida cotidiana. 

Por otro lado se nos plantea el: ¿Cómo lo hemos construido? El proceso no ha sido fácil, pero ha merecido la pena. Cierto es que la estructura inicial no la realizó mi mesa de trabajo, pero sí el costoso trabajo de recortar y moldear varias veces los soportes de las columnas con “porexpan” de alta densidad, que no es muy moldeable. Pegados con  "Aguaplast” para darle estabilidad, mejorando la técnica, ya que una de las paredes fue dañada por el uso de pegamento equivoco.

El tejado fue pintado con tonalidades marrones elaboradas por nosotros mismos. Las  tejas, fabricadas por las capas separadas de un cartón ondulado, hicieron el modo de teja romana, caracterizada por su ondulación. Más tarde se detallaron dándoles a las tejas  sensación de volumen y antigüedad mediante degradaciones de color.

Impreso de Imágenes de Internet pegamos en el suelo del patio un mosaico que contenía la cabeza de Gorgona (Medusa), personaje perteneciente a la mitología grecorromana, símbolo de la riqueza y de la buena suerte; y tras recubrir la construcción en varias manos con cola, (para protegerla de posibles “descascarilles” y tapar desperfectos). Fotografiamos la villa, para más tarde incluir fotos en el cuaderno de proyectos, que pretende dejar constancia de nuestro trabajo.

En conclusión, y tras conocer que nuestra villa, junto con el resto del Belén, quedó finalista en el concurso de Belenes celebrado las pasadas Navidades, creemos que es el momento apropiado de ensalzar y exponer nuestro trabajo, dando a conocer las razones de la elaboración del mismo.


En San Pedro Alcántara, 21 de Enero 2013


Esther Martín Sánchez 2ºA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.